La Tierra de la Libertad
Situado en el centro de Colombia, el estado de Boyacá tiene un lugar cercano al corazón de todos los colombianos. Fue acá donde Colombia obtuvo su libertad de España, después de mucho tiempo de lucha. La influencia española sigue siendo muy marcada en este lugar debido a la arquitectura colonial que se puede ver en muchos pueblos de Boyacá como lo es; Villa de Leyva. Declarado monumento nacional y caracterizado por su aspecto pintoresco que se refleja en un telón con fondo de verdes montañas, Villa de Leyva es un lugar muy acogedor, donde artesanos venden sus productos elaborados por ellos mismos y los restaurantes sirven una deliciosa comida tradicional en construcciones coloniales. El paisaje de Boyacá ondulado entre las montañas con extensas lagunas verdes, lagos y lagunas ha atraído a muchos colombianos a vivir unos días de descanso a unas horas de la metrópolis de Bogotá. La Laguna Sagrada de Tota, es uno de estos destinos de relajo y descanso, donde la trucha fresca se puede comer, sentado a los alrededores de las montañas o disfrutando de los deportes acuáticos en la laguna más grande de Colombia.
Parar en el hermoso pueblo de Ráquira, donde los artesanos muestran y venden sus ollas de barro envueltas en una arquitectura de brillantes lugares y vivos colores; una verdadera oportunidad para tomar fotos.
Villa de Leyva
Una ciudad colonial fundada en 1572, Villa de Leyva es designada monumento nacional. La ciudad ha conservado su encanto colonial a pesar del paso del tiempo y el desgaste, contando con los mejores ejemplos y la mejor arquitectura colonial. Disfrute de un entorno silencioso, la soledad de sus calles y la vida despreocupada de sus habitantes. Todos juntos en un ambiente relajante que transporta al visitante a otra época
Raquira
Famosa por su alfarería y la colonia de artesanos de “la Ciudad de Cuenca «, como se denomina en la lengua indígena chibcha, es la capital artesanal de Colombia. La cerámica se ha producido en este lugar desde los tiempos prehispánicos y el estilo y la funcionalidad son todavía evidentes en la actualidad. La ciudad tiene un encanto propio, con sus modestas casas coloniales pintadas en colores primarios brillantes que complementan los colores vivos de los textiles tejidos que aparecen en balcones colgantes
